Los médicos recomiendan llevar a casa al estudiante del colegio Mejía, en Quito, porque, según han dicho los doctores, médicamente han hecho todo por el joven de 17 años que fue herido con una bomba lacrimógena durante una protesta estudiantil.
El alumno, que se encuentra en estado vegetativo según le informaron los médicos a la madre, fue sometido a la décima operación en estos cinco meses que lleva en el hospital, informó Ecuavisa.
Hay un alto riesgo de que se contamine con bacterias hospitalarias debido a sus bajas defensas y a su alto grado de desnutrición.
Los familiares, por su parte, esperan que en su casa el Ministerio de Salud haga las adecuaciones que les han ofrecido para cuidar a Édison Cosíos con una enfermera las 24 horas del día.
Tomado del diario Expreso
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