Nuevo asalto militar contra el bastión opositor sirio de Homs
por : Juan Carlos Thoret
Al menos 70 personas murieron el lunes en Siria, 42 de ellos en
la región rebelde de Homs, donde el ejército lanzó un nuevo asalto, en un
conflicto que crea tensión internacional tras el veto de Rusia y China en la ONU
a un proyecto de condena a la represión.
Esta nueva ofensiva, denunciada por los opositores y desmentida
por el régimen, se lleva a cabo la víspera de la llegada a Damasco del jefe de
la diplomacia rusa, Serguei Lavrov, cuyo país vetó una resolución de la ONU que
condena la represión en Siria.
En total, la violencia en el país dejó al menos 70 muertos el
lunes, de los cuales 66 civiles, según el opositor Observatorio Sirio de
Derechos Humanos (OSDH), con sede en el Reino Unido. Cuarenta y dos civiles
murieron en operaciones de las fuerzas del régimen en Homs (centro), según el
OSDH que advirtió que el balance podría aumentar ya que muchos heridos están en
condiciones críticas.
Tres oficiales murieron en el ataque a un retén militar en
Idleb, anunció la agencia oficial Sana.
El ejército también lanzó un ataque contra la ciudad de
Zabadani (noreste de la capital), dijo el Observatorio, y señaló que tres
civiles murieron.
El OSDH también reportó muertes de civiles en Rastan, Hula y
Qusair, todas ciudades de la provincia de Homs, así como en Sarghaya, cerca de
Damasco, en la ciudad norteña de Alepo y en Idleb, noroeste del país.
El Consejo Nacional Sirio (CNS), principal coalición de la
oposición, exhortó a la comunidad internacional a actuar rápidamente para
"impedir una nueva masacre", tras el bombardeo que dejó más de 230 muertos en
Homs, según los militantes, el sábado de madrugada.
El régimen negó haber bombardeado Homs y culpó de la violencia
a "grupos armados", como lo hace desde el inicio de la revuelta hace cerca de 11
meses. Según los militantes, esta represión dejó al menos 6.000 muertos.
El lunes por la mañana, las tropas que cercan y atacan
periódicamente Homs desde hace meses empezaron a bombardear con cohetes y obuses
de mortero varios barrios de esta ciudad, apodada "la capital de la revolución",
principalmente Baba Amro, Inshaat y Jaldiye.
"Es la primera vez que sufrimos un ataque así" en Baba Amro,
declaró Omar Shajer, militante de ese barrio contactado por teléfono la AFP en
Beirut, quien habló de "un gran número de mártires".
No fue posible verificar estas informaciones con fuentes
independientes debido a las fuertes restricciones impuestas a los periodistas
extranjeros en Siria.
El CNS llamó a la comunidad internacional a "proteger a los
civiles sirios de una guerra de exterminación encubierta por el silencio y la
complicidad" de los que vetaron la resolución de la ONU.
Rusia y China opusieron el sábado en la ONU su veto a un
proyecto de resolución presentado por Occidente y los Árabes de condena a la
represión en Siria.
El veto provocó indignación en el mundo árabe, en Occidente y
en el seno de la oposición siria.
Lavrov denunció el lunes la reacción "indecente e histérica"
de Occidente explicando que Rusia vetó la resolución ya que no mencionaba la
necesidad para la oposición de distanciarse "de los extremistas armados".
Moscú, aliada de Damasco, aseguró tener "la intención de hacer
todo lo posible por estabilizar rápidamente" a Siria y favorecer la puesta en
marcha de las "reformas democráticas indispensables", aunque la oposición se
niega a negociar hasta que no abandone el poder el presidente Bashar al
Asad.
Tras el fracaso de sus esfuerzos diplomáticos en la ONU,
Estados Unidos y la Unión Europea anunciaron su voluntad de reforzar las
sanciones contra Damasco, mientras que Londres reflexiona sobre "otros medios
para hacer presión".
El gobierno británico llamó a consultas a su embajador en
Damasco, mientas que Washington cerró su embajada y confió a Polonia la tarea de
representarlo en Siria.
Por su parte, el presidente estadounidense, Barack Obama, se
mostró contrario a una intervención militar.
"Es importante resolver (la crisis) sin recurrir a una
intervención militar exterior y pienso que es posible", declaró el mandatario a
la NBC.
Su portavoz Jay Carney afirmó, sin citar a Pekín ni a Moscú,
que algunos no deberían "apostar algo en favor de Asad, es una receta para el
fracaso". Carney argumentó que el poder que ejerce sobre el país el presidente
sirio es "en el mejor de los casos, muy limitado".
En tanto, el Departamento de Estado estadounidense expresó su
esperanza de que Lavrov "haga comprender al régimen" del presidente Bashar al
Asad, cuán "aislado" está.
El canciller francés, Alain Juppé, recibió por su parte al
presidente del CNS, Burhan Ghakiun, y le expresó el "respaldo" de París.
El Secretario general de la ONU, Ban Ki-moon se sumó una vez
más a las condenas contra Siria y dijo que estaba horrorizado por la
intensificación de los ataques del gobierno contra la ciudad rebelde de Homs, a
los que calificó de "inaceptables para la humanidad", según su portavoz.
TOMADO DE AGENCIA AFP
No hay comentarios:
Publicar un comentario